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domingo, 12 de abril de 2015

Más sobre los grupos de whatsApp de padres y madres del colegio


More about whatsApp groups of parents

La entrada anterior del blog sobre este tema tuvo amplia repercusión, demostrando que es una preocupación creciente en los colegios.
¿Qué muestra el mal uso del whatsApp de  grupos de padres?

            -mensajes sin valor, pura pérdida de tiempo
            -faltas de respeto a la intimidad de otros
            -cobardía que lleva a refugiarse en el anonimato del grupo en lugar de hablar cara a      cara
            -irresponsabilidad al promover rumores y murmuraciones
            -a veces, contenidos ofensivos hacia maestros, otros padres, etc.
           
Cuando esto ocurre, es una señal más de que se rompió el pacto educativo: la escuela promueve unos valores y la familia no los comparte. Los alumnos/hijos tendrán que resignarse a recibir una educación fragmentada y contradictoria.

¿Qué pueden hacer los directivos escolares ante el mal uso de los grupos de whatsApp de los padres y madres?

Sugiero que los directivos afronten el problema y convoquen a los padres para pedirles que colaboren en un trabajo educativo conjunto, que se desarrolla en el aula, en el hogar y en el grupo de whatsApp!

El pacto educativo es, al fin y al cabo, un compromiso ético, que puede abarcar los siguientes ámbitos:

-en la relación entre las personas: sinceridad, respeto, bondad, generosidad, justicia, puntualidad, alegría, solidaridad, buen trato, inclusión social, responsabilidad y libertad.
-en relación con el estudio: valorar el esfuerzo, la honestidad, el trabajo bien hecho, evitar el plagio y la copia, hábito de lectura, usar el idioma correctamente, creatividad.
-en relación con la escuela: lealtad, fortalecer la autoridad de los maestros, cuidar las instalaciones, edificios y material didáctico, conciencia ecológica, espíritu emprendedor y de cooperación.
-en relación con la comunidad: solidaridad, ciudadanía, amor a la patria, aportar al bien común.

Como decía en una entrada anterior (cfr. 5 Oct 2013) quizá sea una sorpresa paras las familias que la escuela las convoque para pedirles un compromiso ético. Pero es mucho más importante que los padres colaboren en estas cuestiones, a que ayuden a sus hijos a resolver problemas de matemáticas o de lengua.

sábado, 4 de abril de 2015

Grupos WhatsApp de padres: ¡atención en la escuela!

WhatsApp groups of parents: attention in school!
The WhatsApp parents groups can contribute to integrate among themselves and with the school. But they can also create conflicts with families and thinning the climate of the school community,

Los grupos whatsApp de padres pueden contribuir a integrarlos entre ellos y con la
escuela. Pero pueden también crear conflictos con las familias y enrarecer el clima de la comunidad educativa, si caen en el chisme, la murmuración y la pérdida de tiempo.
Es el típico caso en que los directivos y profesores tienen que anticiparse a los cambios sociales y tecnológicos, para orientarlos al bien.
Transcribo un artículo de Aceprensa, que trae la voz de alarma:

Los centros educativos están comenzando a preocuparse por el mal uso que hacen los padres del whatsapp. De manera espontánea, las familias de una misma clase forman un grupo en whatsapp con la intención de gestionar la relación con la escuela, compartir información de forma rápida o resolver dudas. Hasta ahí, bien. El problema surge cuando el grupo se convierte en un corrillo on line donde cabe todo y se mezcla la información relevante con cotilleos, invitaciones a fiestas, opiniones no pensadas, valoraciones de profesores, descalificaciones en caliente… (ver noticia).

Los conocidos corrillos de padres a la salida del cole se han convertido en grupos de whatsapp con una dinámica muy peligrosa que lleva a hablar de lo que no toca y a decir lo que no hay que decir y a quien no corresponde. El grupo obliga, y algunas madres, por culpa del whatsapp, confiesan que se han convertido en la agenda de sus hijos.

Además, un grupo así diseñado tiene muchas posibilidades de generar un tipo de gregarismo tecnológico que diluye la responsabilidad: “lo han dicho por el grupo”, “se comenta en el grupo”, “lo han pasado por el grupo”… Aunque queda grabado el nombre de quien escribe, el que lo hace “está en el grupo” y actúa como miembro del grupo.

Lejos de favorecer la comunicación con la escuela, los corrillos de whatsapp de padres la ponen en riesgo. Los malentendidos se multiplican. La información circula cerrada sobre sí misma y retroalimentándose con cientos de comentarios sin control alguno, lo que hace que no llegue, si fuera necesario, a quien debiera llegar: al tutor o a los responsables del centro.

El móvil puede sonar un centenar de veces al día: ¿cómo no mirar si el whats es del grupo de la clase de mi hijo?, ¿y si han cambiado la fecha del examen?, ¿y si hay algún aviso importante?, ¿y si han anulado tal actividad?… El grupo nos ha engullido: si no estás en él eres un mal padre, una mala madre.

No estamos contra las nuevas tecnologías, sino contra su mal uso. Un grupo de clase puede ser algo positivo si lo utilizamos bien, si tenemos en cuenta algunas normas elementales de educación tecnológica, como son:

§ Sólo compartir en el grupo la información necesaria y pertinente a la finalidad del grupo. No añadir comentarios que no vienen al caso, ni enviar vídeos, fotos, chistes…

§ Por supuesto, respetar la intimidad propia y ajena. Vale la recomendación de no hablar mal de quien no está, en este caso, en el grupo.

§ No provocar ni alentar rumores y, si los hubiera, tener la valentía de denunciarlos.

§ Siempre es mejor decir las cosas a la cara y a quien corresponda. Mejor que comentar en el grupo: “Esto habría que decirlo”, es decirlo a la persona adecuada.

§ De ninguna manera te conviertas en la agenda de tu hijo, no le quites las responsabilidades que le corresponden a él, así no lo estás educando.

Si consideras que el grupo es nocivo, siempre puedes “salir” del grupo. Dada la fuerza centrípeta del gregarismo, no es fácil dar este paso, pero a veces no queda otro remedio para romper, si fuera el caso, la dinámica perversa que presentan algunos corrillos whatsapp.